Viajar a Quebec, es la fantasia de cualquier viajero, no en vano ha sido declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Je T’aime, Quebec!! Esta ciudad recoge a la perfección el romanticismo de las grandes capitales de Europa mezclado con el amor por los espacios abiertos propios del continente americano. Una composición perfecta que se hace palpable en cada rincón de esta preciosa ciudad, que además es la capital del estado de Quebec.
Todo en Quebec es único y contrasta de una forma mágica con cualquier cosa que podamos ver en Canadá: su muralla con más de 400 años, sus calles de piedra llenas de edificios y pórticos pintorescos, incluso sus habitantes, quienes se sienten profundamente orgullosos de su raíz francesa y dichosos por vivir en una de las ciudades más seguras y con mejor calidad de vida del mundo.
Por si esto fuera poco, a menos de 30 minutos en coche se pueden visitar algunos de los tesoros naturales más impresionantes de la costa este de Canadá: La isla de Orleans, donde los comercios locales venden sus productos sin intermediarios; la cascada de Montmorency, que supera en 30 metros a las de Niágara; la basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré, un precioso remanso de paz junto al río San Lorenzo; y, por último, el Cañón de Santa Anne, con sus tres puentes colgantes y una experiencia en un telesilla ultra veloz para disfrutar del cañón a vista de pájaro que no deja indiferente nadie. La mayoría de estos parajes ofrecen además alternativas como tirolinas, escalada, etc. para los más intrépidos.
DÓNDE DORMIR EN QUEBEC
Una ciudad de lujo bien merece una estancia de lujo. En pleno corazón del viejo Quebec se encuentra el hotel Auberge Saint-Antoine. Aunque este hotel puede presumir de infinidad de cosas, una de las cosas más relevantes es su situación, encontrándose a un solo paso del río San Lorenzo y de las calles más espectaculares de la ciudad, donde se encuentra la mejor oferta gastronómica así como millones de pequeños parques llenos de encanto y romanticismo decorados con una exquisitez única. El hotel se preocupa de cuidar cada minucioso detalle para que la estancia del visitante sea mucho más que acogedora y este no tenga que preocuparse por nada, ni tan siquiera de ir a la oficina de turismo para pedir recomendaciones, mapas y demás, ya que tienen en la recepción personal dedicado exclusivamente a informar sobre las mejores atracciones turísticas de la ciudad sin coste adicional.
Por supuesto también cuenta con numerosos servicios adicionales como un desayuno buffet de una calidad suprema, spa, masajes, gimnasio, un bar dónde se hacen habitualmente espectáculos y conciertos, salas para reuniones y eventos e incluso una sala cine donde se retransmite, entre otras cosas, los eventos deportivos más importantes así como proyecciones animadas para los más pequeños.
Tan solo poco más de 500 hoteles en el mundo han logrado tener el reconocimiento Relais & Châteaux y el hotel Saint Antoine es uno de ellos. Una de las máximas para lograr esta distinción es que los alojamientos son parte de la historia, el entorno y de la cultura del lugar donde se encuentra. No en vano, cada espacio está decorado y diseñado de forma única, tanto que tiene piezas de museo que forman parte de la historia de Quebec alrededor de sus halls, pasillos, incluso en algunas habitaciones.
A tan solo unos pasos del hotel se encuentra el famoso restaurante Chez Muffy con vistas al río San Lorenzo. Su chef dice perseguir la perfección en cada plato que realiza a través de una cocina local innovadora donde el sabor del producto de temporada es el principal protagonista. En definitiva, el restaurante es de lo mejorcito que se puede encontrar en la ciudad si se quiere comer bien y en un lugar más que acogedor..
QUÉ HACER EN QUEBEC
No importa cuando dejes Quebec, siempre que lo hagas, te irás con la sensación de que te ha faltado tiempo. Por eso recomendamos que se dedique el primer día a establecer una primera toma de contacto global con la ciudad. Para ello nada mejor que el Hop-on Hop-off Bus. Se trata de un autobús, con la planta de arriba descubierta, que realiza un circuito pasando por los principales puntos de la ciudad: el Old Québec, las Fortificaciones, el Quartier Saint-Jean-Baptiste, la Place Royale, el Vieux-Port de Québec, etc. Además dispone de audio guías traducidas a más de 10 idiomas (entre los que se encuentra el Español) que van explicando todo tipo de cosas relacionadas con los lugares donde el bus va pasando. A bordo del Hop-on Hop-off Bus podemos aprender cosas tan curiosas como la razón por la que la mayoría de casas tienen una escalera que sube hacia el tejado o el motivo por el que existen cúpulas de color verde alrededor de toda la ciudad.
Si conocer la historia de cualquier ciudad es vital, en Quebec, por sus numerosas peculiaridades, lo es aún más. Por esa razón, otro de los imprescindibles de Quebec es visitar la Citadelle, el recinto militar más antiguo de la historia de Canadá. Su excelente ubicación estratégica para el avistamiento de líneas enemigas por tierra, mar y aire hace que, hoy en día, la Citadelle tenga una de las vistas panorámicas más increíbles de todo Quebec.
Ofrecen visitas guiadas para pasar por sus instalaciones y visitar las diferentes estancias. Incluso algunas son interactivas con actores que representan las diferentes etapas y mandatos que se han vivido bajo aquellos muros. Toda una experiencia para sentir en primera persona el terror al que se enfrentaban aquellos valerosos soldados ante la amenaza de todos los diferentes enemigos que han ido teniendo.
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